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Aprendemos de todo ! que buen verbo APRENDER!,

Primer reto: EL AGUACATE

En la granja de GOPA en Colombia, un paraíso de bosque húmedo, se encuentran dos hectáreas de aguacates principalmente de la variedad Lorena, ¡mi favorita! Aunque deliciosos, estos aguacates necesitan muchos cuidados, por ser delicados y propensos a plagas. Los insectos marcan la piel, lo que no afecta la pulpa ni la salud humana pero los consumidores prefieren aguacates sin marcas, lo que lleva a los agricultores a usar demasiados pesticidas.

Cuando GOPA adquirió la granja, en 2016, tomó una decisión crucial: convertir el cultivo de aguacate de convencional a orgánico. El proceso de transición fue largo, ya que el suelo debía regenerarse y liberarse de los residuos de pesticidas y fertilizantes sintéticos. Aprendimos mucho en este viaje, especialmente sobre el cuidado del suelo y la nutrición natural. Descubrimos recursos valiosos, como la página de Jairo Restrepo, un experto en agricultura orgánica ( www.lamierdadevaca.com ). Aprendimos a hacer nuestro propio compost, humus de lombriz y biofertilizantes. Además, entendimos que los aguacates orgánicos pueden tener marcas naturales en la piel, pero su pulpa sigue siendo deliciosa y nutritiva. Aprendimos a cuidar nuestros aguacates con la ayuda de nuestras gallinas ponedoras, que disfrutan de los insectos que marcan la cáscara del aguacate.

El maíz nuestra gran sorpresa!

El maíz es la base de casi todo lo que GOPA produce. Al investigar sobre el maíz orgánico, descubrimos que la mayoría en Colombia proviene de semillas transgénicas. Afortunadamente, encontramos semillas orgánicas gracias a los Guardianes de Semillas de la Red "AGROECONUR" en Pasto-Nariño. Aprendimos a sembrar en terrazas y practicamos la Minga, una tradición de solidaridad en la siembra. Al combinar diferentes semillas, protegimos el suelo, diversificamos los cultivos y mejoramos la estructura del suelo. También aprendimos que las plantas de maíz se benefician de la compañía de otras como el maní, las calabazas, los girasoles y los frijoles, cada una aportando algo único al crecimiento y la salud del maíz.

Segundo reto: EL TOMATE

¡Cocinar con ingredientes orgánicos es clave para una alimentación saludable! Y qué mejor ejemplo que el tomate: su textura jugosa y su color vibrante lo hacen irresistible en una variedad de platos, desde salsas y guisos hasta ensaladas, pizzas y sándwiches. Además, es una excelente fuente de vitaminas C y K, potasio y antioxidantes.

Pero ¡vaya curva de aprendizaje! El tomate es una planta muy delicada, que prefiere temperaturas cálidas durante el día y más frescas durante la noche. La humedad puede provocar el desarrollo de hongos y atraer ácaros, pulgones y gusanos, lo que lleva al uso excesivo de pesticidas.

Después de varios intentos fallidos, decidimos sembrar tomates en invernaderos y asumir el desafío de cuidarlos de manera orgánica. Manuela Silva, una arquitecta comprometida con la sostenibilidad, diseñó nuestro invernadero para maximizar la ventilación cruzada y recoger y reutilizar el agua, reduciendo así nuestro impacto ambiental.